Los implantes dentales son raíces artificiales creados para sustituir dientes que se han perdido, ya sea de forma accidental, por una caries, periodontitis etc.

Están fabricados de titanio puro (el titanio utilizado es el mismo que se utiliza para cualquier prótesis médica, ej. una prótesis de cadera), este material es altamente compatible con el cuerpo humano, lo cual permite la integración absoluta con los tejidos orales, brindando el soporte a las nuevas prótesis o coronas que cumplirán la función del diente natural.

La cirugía es sencilla, nosotras siempre seguimos de forma absoluta los protocolos tanto de medicación como quirúrgicos con la finalidad de obtener el mayor éxito posible. Se realiza bajo anestesia local (en caso de pacientes con problemas cardiacos se valorará el uso de otras técnicas supervisadas por un anestesista), se insertan los implantes en el hueso y se espera de 3 a 6 meses hasta empezar con las pruebas para la colocación de la prótesis.

En determinados casos se colocará la prótesis de forma inmediata, siempre y cuando no perjudique la estabilidad del implante.

Hay una serie de factores de riesgo que impiden la integración del implante en el hueso, y algunas de ellas son contraindicaciones absolutas para su uso:

• Grandes fumadores.
• Pacientes periodontales con la enfermedad activa.
• Enfermedades sistémicas no controladas (diabetes, tensión arterial, pacientes cardiacos).
• Pacientes que están siendo tratados con bifosfonatos (medicamento muy usado en la actualidad para los huesos), en este tipo de pacientes el uso de implantes está totalmente contraindicado.
• Pacientes sometidos a radioterapia (hay que esperar un año después de haber recibido el tratamiento).